lunes, 31 de enero de 2011

Épica

La épica popular es la forma más antigua de literatura que nos llega en obras completas y extensas. Da, a las leyendas y tradiciones relacionadas con etapas fundacionales, un cuerpo literario, de modo que suple el género de historiografía que aún no existía. Ésto es porque esta épica primitiva es una narración en verso de hechos heroicos en los que intervienen personajes extraordinarias cualidades y origen; hechos que están basados en acontecimientos que ocurrieron en tiempos anteriores pero mitificados y engrandecidos.

Los héroes son los arquetipos de las sociedades, hombres ideales representando las virtudes más valoradas.

Esta épica antigua se transmitió oralmente, eso suponía modificaciones de los personajes y hechos. El poeta se consideraba un 'aedo', narrador y cantor de las historias que una divinidad (la Musa) le había dado el derecho de ser portavoz. A veces el poeta se ayuda de ella invocándola.

El lenguaje que se usa en la épica presenta algunas peculiaridades: la lengua que se usa es una mezcla de arcaísmos, palabras que apenas se usan o de carácter culto; todo ello resulta un lenguaje que nadie habla, venerable y casi religioso.

También se usan recursos literarios que decoran del texto y facilitan la memorización para el 'aedo'. Éstos son: los epítetos, adjetivos que acompañan siempre al mismo nombre y facilita la elaboración del texto (por ejemplo: cruel Juno); dicción formular, frases breves que se repiten en los mismos lugares con una estructura semejante al final de cláusulas (por ejemplo: sic factus); escenas típicas que se repiten en momentos parecidos (por ejemplo: descensos a los infiernos) y comparaciones, las cuales explican escenas en comparación a otras de la vida cotidiana (por ejemplo: el ejército se parece a un enjambre de moscas).

Se guarda siempre un aire de espontaneidad (como pasa también con otras epopeyas antiguas de Mesopotamia o la India).

Cuando la épica culta aparece, sigue los modelos de la popular (argumentos y formas similares), pero ya no es de carácter espontáneo, sino que busca un cierto placer estético. La latina nace de la culta y ensalza el pasado y las costumbres de los antepasados. El primer poeta es Andrónico (siglo III a.C), quien tradujo la Odisea bajo el nombre de Odussia e introdujo en el latín un lenguaje poético que sirvió de modelo para los autores posteriores. Consiguió además que el latín de entonces, arcaico y rudo, adquiriera una nobleza épica.
Siguiéndole, Nevio (siglos III a.C – II a.C.). Éste escribió obras de teatro, generalmente tragedias, y narró la Primera Guerra Púnica en un poema del cual sólo se conservan 60 versos. Este poema, compuesto en versos saturnios, pudo servir de antecedente para la Eneida. Más o menos contemporáneo a él, nos encontramos a Ennio, creador de la épica latina que hoy por hoy se conoce. Escribió un poema que cuenta la historia de Roma por años (Annales). Con este autor las reglas de este género literario quedaron fijadas.

El máximo representante de la poesía épica latina es, sin duda, Virgilio. Se educó en Cremona, Milán y Roma, donde estudió la Retórica y Filosofía. En la misma ciudad de Roma se relacionó con personajes que lo introdujeron en el círculo del emperador Augusto. En su obra nos encontramos con 'Las Bucólicas', un conjunto de poemas de tipo pastoril con personajes conocidos con nombres ficticios. Por otra parte, escribió 'Las Geórgicas', en las que elogia la vida del campo. Sin embargo, la obra más reconocida de Virgilio es 'La Eneida', compuesta de doce libros e inspirada en la epopeya homérica aunque recogiendo tradiciones itálicas relacionadas con la fundación de Roma. Los seis primeros libros se inspiran en la Odisea y los restantes en la Ilíada. Utiliza los hexámetros dactílicos.

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