viernes, 25 de febrero de 2011

Kant

Se distinguen dos períodos en su pensamiento: el precrítico, en el que se interesó especialmente en la metafísica racionalista y la física de Newton, y el crítico, en el que se dedicó a analizar la capacidad de la razón, sus posibilidades y límites, para hacer Metafísica. El próposito en esta segunda etapa se basa en responder a cuatro preguntas que se hace el filósofo, de las cuales sólo trataremos dos: ''¿qué puedo saber?'', la cual se responde con las matemáticas, la física y la metafísica en la Crítica de la Razón Pura, y ''¿qué debo hacer?'', la cual se responde con la ética en la Crítica de la Razón Práctica.
Las otras dos cuestiones (''¿qué cabe esperar?'' y ''¿qué es el hombre?'') se responden con la religión y la antropología correspondientemente.

La Crítica de la Razón Pura (CRPu) es una obra kantiana en la que se pretende analizar la razón en su uso teórico y cognoscitivo y, respondiendo a la primera de sus preguntas, afirma que la razón tiene dos tipos de elementos con los que trabaja: elementos a posteriori, empíricos o materiales, con los que construimos el conocimiento; y elementos a priori, puros o formales, los cuales, al contrario que con los primeros, no proceden de la experiencia, sino de la razón y son además estructuras vacías de contenido que sirven para organizar los elementos empíricos. Cuando conocemos algo, se ha producido una mezcla entre ambos.
Esta relación entre ellos hace que se produzca el llamado ''giro copernicano'' (el objeto tiene que adaptarse a las condiciones del sujeto).
En segundo lugar, Kant hace un análisis de los elementos formales del conocimiento, preguntándose qué conocemos los hombres. Puesto que la filosofía no tiene rigor y no es exacta, la ciencia (matemáticas y física), la cual sí es rigurosa y exacta, es la mejor forma de conocimiento. Concluido ésto, se pregunta si se puede hacer de la filosofía una ciencia pero, para responderse, necesitará analizar qué es la ciencia. Definiéndola como un conjunto de juicios que se clasifican siguiendo dos criterios, pasa a explicar en qué consiste cada juicio.
En el primer criterio, se clasifican los juicios según la relación que guardan entre sujeto y predicado. Por ello pueden ser analíticos (cuando el sujeto contiene el predicado) o sintéticos (cuando no lo contiene; propios de la ciencia).
En el segundo criterio se tiene en cuenta el tipo de verdad al que hacen referencia y pueden ser juicios a priori (siempre son verdaderos, universales y necesarios; propios de la ciencia) o juicios a posteriori (su verdad depende de la experiencia que se tenga del mismo; pueden ser particulares o contingentes).

Una vez expuesto ésto, Kant divide en tres partes la CRPu en las que intenta responder tres preguntas.
En la primera de ellas, la Estética Trascendental, analiza primero el funcionamiento de la sensibilidad. La sensibilidad produce intuiciones sensibles (o fenómenos), cuyos elementos formales son las intuiciones puras y sus condiciones a priori el espacio (sensibilidad externa) y el tiempo (sensibilidad interna); y los elementos materiales, los cuales nos proporcionan datos sensibles. En segundo lugar, a la pregunta ''¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las matemáticas?'', responde que es posible porque las matemáticas estudian el espacio y el tiempo.
En la segunda parte, la Analítica Trascendental, analiza en primer lugar el entendimiento (definido como una facultad que permite utilizar conceptos y hacer juicios). El producto del entendimiento son los juicios y los elementos materiales de éstos son la intuiciones sensibles, fenómenos o conceptos empíricos; los elementos formales son los conceptos puros o categorías.
Un ejemplo de categorías es la de causa-efecto. El límite de la aplicación de las categorías está en la experiencia o en los fenómenos. Un elemento material, sin el formal, es ciego y vacío. En segundo lugar, responde a la pregunta ''¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en física?'' justificando que es posible porque la física se construye bajo la categoría de causalidad.
La tercera parte de la CRPu es la Dialéctica Trascendental, la cual también resuelve dos problemas. Primero de todo, se propone analizar la función de la razón, afirmando que ésta es el motor del conocimiento que lleva siempre al hombre a buscar una respuesta más completa de la verdad, es decir, la búsqueda de lo incondicionado (o producto de la razón). Para alcanzarlo necesitamos mezclar elementos materiales y elementos formales, cuyas condiciones son las ideas puras o a priori y son tres: la idea de 'yo' o alma, la idea de Dios y la idea de mundo. La idea de mundo representa lo incondicionado para lo exterior, la idea de alma representa lo incondicionado para lo interior y la de Dios representa el ideal de la razón. Aún así, para el ser estas tres ideas carecen de contenido y al no haber elementos materiales en ellas, no hay conocimiento sobre las mismas. Afirmar que las conocemos supondría hacer un uso ilegítimo de las categorías y éso conduciría al dogmatismo.
Kant pasa a hacer una crítica al dogmatismo basada en ese afán por conocer algo que está mucho más allá de los fenómenos (lo que se muestra por experiencia y se puede conocer), es decir, los noúmenos (lo que no se muestra y sólo se puede pensar).
La conclusión que saca el filósfofo tras su redacción en la CRPu es que no podemos hacer de la filosofía una ciencia, pero si podemos desarollo en la práctica (ética kantiana). Para ello escribió su otra obra: la Crítica de la Razón Práctica (CRPr).

En la CRPr, Kant establece que la única manera de explicar la ética con valor universal es haciéndolo de forma pura y a priori, al contrario de lo establecido en la CRPu.
Éste realiza una crítica a las éticas materiales, planteando en su lugar la ética formal kantiana. Define esta ética como aquella que busca la acción por sí misma, la que se hace por deber en obedecer una ley moral racional, sin estar subordinada a ningún otro fin o bien. Contraponiéndola a las éticas materiales, la ética de Kant se desarrolla en tres pasos que se corresponden en tres críticas.
Primeramente establece que la Ética Formal es una ética universal porque el deber parte de la razón y ésta es universal en los hombres. Consiguientemente defiende que el impertativo es uno categórico (manda la acción en sí misma) y se puede enunciar de tres maneras. En la primera de las formulaciónes se destaca ek carácter universal de la ley moral, en la segundael carácter de independencia de la voluntad respecto de cualquier objeto externo a ella y la tercera de ellas considera que cada hombre es un fin en sí mismo.
En la última de sus críticas establece que la voluntad es autónoma, libre, y que fundamente la ley moral.
Pero, además, Kant, considera sólo se es moral cuando se actúa por deber (necesidad de actuar por respeto a la ley moral), teniendo en cuenta qué acciones serían contrarias, cuáles conformes y cuáles serían por deber, es decir, para cumplir con el imperativo categórico.

Kant concluye la obra con tres postulados. La primera de esas verdades que se admiten sin demostración es la libertad, pues sin ella es imposible la autonomía de la voluntad; la segunda es la inmortalidad del alma, ya que garantiza el progreso del hombre en el deber y la última es Dios porque garantiza la coincidencia entre virtud y felicidad.
En conclusión Kant afirma la existencia de Dios y del alma como postulados pero siguen siendo indemostrables en el uso teórico de la razón.

Pero no sólo se dedicó a estas dos obras, también analizó el momento cultural e histórico en el que vivía, el movimiento ilustrado. Para él la Ilustración obedece a la máxima latina ''sapere aude'', por tanto defiende que el hombre debe prescindir de autoridad y debe pensar por sí mismo, adquiriendo una serie de derechos que el gobernante tendrá que permitir. También defendió la necesidad de la existencia de un poder internacional que evite guerras.

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