lunes, 31 de enero de 2011

Hume (s. XVIII)

Su pensamiento parte de la teoría del conocimiento: se propone analizar las ideas que pensamos y defiende que el origen de éstas está en la experiencia, la cual nos crea impresiones (representaciones que la mente hace del objeto que el sujeto está viendo). Las impresiones pueden ser vivaces (las que tienen muchos detalles) o simples. Éstas, retenidas en la memoria, se denominan 'ideas'. Con todo esto, establece su criterio de certeza: una idea sólo es verdadera cuando se puede señalar la impresión de la que deriva.
La relación de estas ideas se lleva a cabo mediante la mente o imaginación, de acuerdo con las leyes de semejanza (si se parecen), contigüidad (si están cercanas) y la ley de causa-efecto (un fenómeno es causa de otro).
Afirma también que hay dos tipos de conocimiento humano: el demostrativo (propio de las matemáticas y siempre verdadero) o el de las cuestiones de hecho o inductivo (propio de la física; su verdad depende de la experiencia).
Hume destaca este último tipo de conocimiento y defiende que se basa en la aplicación de la ley de causa-efecto en nuestras ideas,la cual se establece entre dos impresiones o ideas. La conexión entre ellas la establece la mente y se eplica porque una es anterior a la otra aunque la segunda sigue a la primera. Cuando la experiencia muestra en varias ocasiones dicha asociación entre los dos fenómenos, nuestra mente tiende a considerarlo constante y, sin embargo, esta conexión no está avalada por la experiencia, por lo que no sirve, ésto es una creencia de la mente basado en un hábito creado.

En segundo lugar hace una crítica a la metafísica cartesiana criticando la realidad exterior (res extensa), la idea del yo (res cogitans) y la idea de la existencia de Dios (res infinita).
Afirma en primer lugar que la realidad exterior es una simple creencia de la mente porque ésta no nos da la causa que produce nuestra impresión (es decir, el efecto de ella),
En segundo lugar defiende que el yo no es una idea verdadera porque lo que entendemos propiamente como ''yo'' es un conjunto de impresiones o ideas.
En cuanto a la idea de Dios justifica que no podemos demostrar sus existencia, ya que, no tenemos ninguna impresión de él.
En conclusión, Hume piensa que más allá de las impresiones no podemos conocer nada con seguridad.

En política, Hume hace tímidas aportaciones en las que rechaza las teorías del contrato de Locke y Hobbes, reconociéndolas como teorías ficticias al no tener ninguna experiencia de, por ejemplo, el llamado 'estado de naturaleza'. En contraposición, defiende que vivimos juntos por utilidad.
También explica el origen del hecho del poder político: procede o bien de los resultados de guerras, o bien por tradición o bien por pactos de los que tienen más fuerza económica.

Por último, en el campo de la ética (emotivismo real), Hume también critica al racionalismo: afirma que la razón es incapaz de mover al hombre, pero sí lo hacen los sentimientos, pasiones o emociones del hombre. La razón nos informa tan sólo de lo que es el hombre, no de cómo debe ser o comportarse. Si confundimos estas dos cosas, caemos en la falacia naturalista (confusión de los hechos morales o inmorales).


CONTEXTO

Hume vive en el siglo XVIII, un siglo de revoluciones agrarias, demográficas y económicas iniciadas en Gran Bretaña y después extendidas por el resto de Europa. Se dió un aumento de cultivos, lo que supuso un incremento de la población, también se hicieron descubrimientos y avanzes tecnológicos, como la máquina de vapor, que supusieron tanto una mejoría económica para el país como un hecho que favorecería a la Revoluciñon Industrial.
Los descubrimientos del Nuevo Mundo favorecen también a la burguesía comercial, provocando un ascenso de esta clase. Aparece la sociedad de clases.
En cuantro a política se sustituyen las monarquías absolutas por las parlamentarias, llevadas por el liberalismo político teorizado por Locke y Rosseau, las cuales se caracterizaban por división de poderes de Montesquieu.
En este mismo siglo destaca el descenso de religiosidad de los europeos a partir de las críticas anticlericales y sociales que hacen los libre pensadores del momento, los ilustrados (defensores del deísmo).
Por supuesto, el siglo XVIII es el llamado ''Siglo de las Luces'' por las aportaciones que hace movimiento filosófico y cultural de la Ilustración. Los ilustrados tienen como meta acabar con la autoridad de la Iglesia, también con el fanatismo religioso, la superstición, intolerancia e ignorancia generalizada. Todas estas ideas tienen origen en los empiristas ingleses y después son desarolladas en mayor medida por los filósofos franceses.
Intentan resolver problemas humanos mediante la razón, aunque, sobre todo la Ilustración inglesa, se opone al racionalismo y aunque tienen dos características en común (interés por el subjetivismo y por los temas gnoseológicos), también diferencia a las dos corrientes filosóficas el psicologismo empirista; la defensa, por parte de los empiristas, de que el conocimiento toma parte en base a los sentidosy la defensa de la física como modelo y no las matemáticas.

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